domingo, 27 de marzo de 2011

lo antiguo nuevo

Un discípulo dijo a Me-ti: Lo que tú predicas no es nuevo. Lo mismo han predicado Ka-meh, Mie-en-leh y muchísimos otros. Me-ti respondió: Lo enseño porque es antiguo, es decir, porque podría olvidarse y considerarse que sólo tuvo validez en tiempos pasados. ¿Acaso no hay muchísimos para quienes es totalmente nuevo?

jueves, 24 de marzo de 2011

novena mudanza de la piel

Como prólogo a La gaya ciencia, figura una serie de poemas de Nietzsche, entre los que está éste que me ha acompañado desde hace años, y que copio en la traducción francesa de Klossowski:

Déjà ma peau se corne, se brise,
Déjà en moi le serpent aspire
Avec ardeur à plus de terre,
Pour tant de terre qu’il digéra.

Glissant parmi l’herbe et la pierre
Avide sur mon chemin tortu,
De l’éternelle nourriture, terre!
Toi, la pâture des serpents!

Hoy cumplo 63, y el desierto se mueve, horadado por la mutación del viejo topo. ¡Bienvenida la nueva piel!

miércoles, 23 de marzo de 2011

representación

Carretera de Damasco a Palmira

domingo, 20 de marzo de 2011

mímesis

Carretera de Damasco a Palmira

martes, 1 de marzo de 2011

contradicciones

Empieza marzo y las Fallas se ciernen amenazantes en el horizonte. Yo huyo, como ya vengo haciendo año tras año, esta vez a Siria. Y, sin embargo, ya añoro la pólvora y la fiesta.

Recuerdo que la primera vez que mis padres me dejaron salir de casa por la noche fue unas fallas, y para mis padres, sin esa suspensión de las leyes que son las fiestas de las Fallas, hubiera sido impensable, en 1963, en pleno franquismo, el que su hijo quinceañero saliera de casa por la noche.

Recuerdo a Hassan ibn Sabbah, el fundador de la secta de los hashshashín (aficionados al hachís, o asesinos) recluido en la fortaleza de Alamut, en el norte de Persia.

Recuerdo el gran momento de Alamut, en el siglo XII, cuando, ya muerto Hassan ibn Sabbah, uno de sus sucesores declara llegada la Gran Resurrección, y con ella la abolición de todas las leyes, o, mejor, la abolición de la sumisión a la ley. Y durante unos años la comunidad de Alamut experimenta la revolución de hacer residir en cada uno el gobierno de sí.

No hay gran momento de Alamut en las Fallas, puro desgobierno. Huyo pues.

(Mientras tanto, en Túnez, Egipto, Libia, ensayan con mayor o menor fortuna sus Alamut.)